CONOCERTE
No somos nosotros quienes damos el primer paso, no nos equivoquemos!
Tú, Señor, ves nuestro estado de alma, aunque no lo sepamos, ni lo adivinemos...
Observas atentamente nuestro vivir, lees en nuestro intimo como en un libro abierto, pues nada te es oculto, ni en las más tenebrosas profundidades que puedan, en alguna parte, existir!
Un día, muy secretamente, muy despacio, llegas cerca de nosotros y intentas hablarnos, de una forma muy suave, como una tentativa de aproximación sin compromiso: nos pides que te dejemos entrar, pero, por otras palabras, y a veces sin ellas... Si nos damos cuenta de ello, y si queremos, entonces, si: la puerta de nuestra vida te es abierta y entras Tu, y te quedas con nosotros, sin ruido, dulcemente, tiernamente... y si estamos a oscuras, Tu Luz, dentro de nuestro ser, aunque pueda ser muy pequeña, al principio, puede crecer, si dejamos que Tu nos vayas hablando, demostrando tantas cosas que no entendemos...
Viene el deseo de conocer más de Ti, de quien eres... de leer Tu Palabra... de obtener respuestas a tantas dudas... de ver si Tu eres Él que puede o no cambiar nuestras vidas... Llega la necesidad de hablarte y, tantas veces, de rodillas, ceremoniosamente, aun temblando, por lo que nos creemos que sea atrevimiento de nuestra parte, te hablamos, como si fueras un Ser distante, Poderoso, pero Temible... con miedo de Ti!
Y la Vida sigue, nos vas enseñando, nos sigues llamando, tocando en nuestro interior...
Un día, te manifiestas de modo tremendo, pero amoroso, de una forma poderosa, pero liberadora... nuestras barreras caen de súbito, como castillo de cartas, de papel! Has vencido nuestra resistencia con Tu Amor, Tu Bondad, Tu Misericordia!
Y es cuando, poco a poco, descubrimos que ya no podemos pasar sin Ti! Cuando, de lo que eres, queremos saber más! Cuando, entonces, nos llena el deseo de estar en Tu Santa y Bendita Presencia, y conocerte mejor!
Nely
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